viernes, 18 de junio de 2010

Reflexiones sobre el uso de las innovaciones en pos del desarrollo


Al Dr. Adrian Argumedo y al Dr. Francisco Escobedo .
A mis compañeros de maestría y doctorado EDAR-COLPOS
Joel Lima Chamorro, Néstor Martínez Carrasco, René Santos Hernández, Hernán Díaz Hernández, José Mariano López Fuentes, Franklin Rivera Pineda, Deisy Gutiérrez, Daniel Torres Nava.



Mil Gracias

De la presa de Valsequillo al museo del agua:

Reflexiones sobre el uso de las innovaciones en pos del desarrollo.

Isabel Muñiz Montero

Introducción

El presente trabajo es un intento de reflexión sobre dos conceptos: el de innovación y el controversial concepto de desarrollo; para ello se analizarán varios casos en los cuales diversas comunidades del estado de Puebla han incorporado a sus vidas, prácticas y procesos que buscan solucionar problemas locales. Algunas veces los procesos globales y la toma de decisiones “desde arriba”, afectaron a estas regiones de manera determinante e irreversible (por lo que dichas comunidades se tuvieron que adaptar a las nuevas circunstancias), en otras ocasiones son las mismas comunidades impulsadas por decisiones locales las las que determinan acciones que favorecen el cambio.
La presa de Valsequillo y sus efectos en la agricultura del sur este del Estado, Tecali y los artesanos del mármol y ónix, y la construcción de mercados que le dan trabajo a la mayoría de los habitantes, la sementera Cemex y su filosofía neoliberal, la central de abastos en Huixcolotla, lugar de intersección del comercio agrícola, y el museo del agua de Tehuacán en la búsqueda de soluciones ante la escases del agua, son los lugares que se analizan para dar sustento a este trabajo.

Las categorías de Innovación y desarrollo: ¿discursos aceptables en el sureste de Puebla?

La presa de Valsequillo tenía por objetivo favorecer a la región de Tecamachalco como zona agrícola de riego. Su construcción, que afectó a varios poblados dejándolos bajo el agua, parecía ser la respuesta que traería el “desarrollo” a una buena parte del estado. Hoy, la presa se puede observar como un verdadero “elefante blanco”. Desde el principio, la región de Tecamachalco solo podía ser beneficiada por tres riegos al año; se pagó un alto precio por esta efímera ganancia. La presa hoy contaminada, no proporciona el agua suficiente y adecuada a las regiones que van de su localización a Tecamachalco (aproximadamente 15 kilómetros de distancia). De hecho se riegan con aguas negras las ortalizas y los granos en el valle de Tecamachalco.

En el Sur Este del estado se encuentra localizada la presa de Valsequillo, una de las presas más importantes del país relacionadas con el sistema de riego. Dicha presa fue inaugurada por el presidente Ávila Camacho:

El Distrito de Riego 030 y la presa de Valsequillo, se crearon en el año 1944 por decreto del entonces presidente Manuel Ávila Camacho. La superficie regable del distrito abarca 32 mil 827 hectáreas de 17 municipios: Atoyatempan (mil 175), Cuapiaxtla (10), Huitziltepec (594), Molcaxac (834), Huixcolotla (92), Miahuatlán (549), Hueyotlipan (221), Tecali (896), Tecamachalco (6 mil 10), Tehuacán (mil 860), Tepanco de López (4 mil 413), Tepeyahualco (528), Tlacotepec (7 mil 309), Tlanepantla (863), Tochtepec (4 mil 149), Xochitlán (mil 852) y Yehualtepec (mil 472). Este total de tierra pertenece a 15 mil 591 personas; el 58 por ciento pertenece a 9 mil 332 pequeños propietarios, mientras que el 42 por ciento restante es de 6 mil 259 usuarios ejidales.La presa Manuel Ávila Camacho tiene una capacidad de almacenamiento a nivel del vertedor de 304.2 millones de metros cúbicos y puede desfogar hasta mil 500 metros cúbicos por segundo de agua. De acuerdo con el año agrícola 2007–2008 de la Conagua, el plan de riego establecido es de 21 mil 023 hectáreas y de Valsequillo se extraerá un volumen bruto de 264.9 millones de metros cúbicos de agua. (Puga Martinez, Javier, Reconoce CONAGUA que aguas negras de Valsequillo se usan para cultivo, La Jornada de Oriente, 18 de junio de 2008)

La construcción de la Presa de Valsequillo se constituyó como una “Innovación Radical” ya que implico la transformación de toda una región, sin embargo, no solucionó los problemas de la región. La innovación entendida como conocimiento y como forma de aplicar dicho conocimiento o tecnología, como capacidad creativa capaz de cambiar una condición determinada del mundo no favoreció en forma adecuada a la región, por lo que en el nivel de estrategia se trata de un error. Localizado en el extremo suroeste del Valle de Tepeaca se encuentra Tecali, una comunidad que desde de su nombre indica el carácter de la actividad económica principal el corte y pulido del mármol y el ónix. Gracias a que en su superficie cuenta con mantos de mármol y ónix gran parte de la población se dedica al trabajo artesanal y a la venta de los productos fabricados con los mencionados materiales. En la búsqueda por conquistar nuevos mercados, en Tecali se comenzó a trabajar el ónix proveniente de otras regiones. La mencionada actividad económica a favorecido a la población quienes han desarrollado nuevos diseños de producción y comercialización de las artesanías, asi como modelos novedosos de las mismas. La innovación es una constante en Tecali en todas las etapas del proceso productivo ligado a las artesanías.

Fuera de Tecali, a unos kilómetros de esta comunidad se encuentra CEMEX, empresa dedicada a la transformación y comercialización de cemento. Diriguida por procesos automatizados, las enormes instalaciones de CEMEX dan trabajo a unas 25 personas, en su mayoría ingenieros de otras regiones, por lo que su presencia no favorece a las comunidades cercanas pero si las afecta al afectar al medio ambiente. Cuando empresas de este tipo se establecen en alguna región, lo suelen hacer justificándose a través de argumentos como el del “desarrollo”, ¿a que nos referimos cuando hablamos de desarrollo? Esteva (1996) explica que a finales de la segunda guerra mundial, cuando Estados Unidos se había convertido en una potencia productiva que requería de hacer explícita su capacidad, durante la posesión de la presidencia, Truman declaró que era misión de su país emprender programas a través de los cuales las áreas subdesarrolladas se beneficiaran de los avances científicos y del progreso industrial. La palabra subdesarrollo fue aceptada mundialmente. El subdesarrollo comenzó el 20 de enero de 1949, cuando dos mil millones de personas dejaron de ser diversidad para transformarse en lo que Esteva llamará “el espejo invertido de la realidad de otros”, reduciendo su identidad a una percepción caótica de la otredad. Para el mismo autor, alcanzar el estado de desarrollo implica dejar la condición indigna, infrahumana de pertenecer al estrato del subdesarrollo. Pero ¿Quién determina que regiones o países son subdesarrolladas y cuáles no?, sin duda se trata de un ejercicio de comparación en el que se contraponen las condiciones de vida de Estados Unidos (u otros países similares en condición económica) con países o regiones que no son similares, ni en formas de vida ni en expresiones culturales. Para autores como Nyerere o Stavenhagen (Esteva: 1996), es el pueblo mismo quien determina –a través de sus propios objetivos, valores, formas de vida y cosmovisiones- los ritmos y objetivos de su propio desarrollo. En términos generales, el desarrollo parte de la propia cultura y culmina en ella misma, sin considerar comparaciones o imitando formas de vida ajenas, imprácticas e insostenibles de desarrollo. Para Garofoli (Boisier,2001), el desarrollo endógeno es la capacidad para transformar el sistema socioeconómico reaccionando a los desafíos externos, es además una forma de promoción de aprendizaje social, y la capacidad de introducir formas de regulación social a nivel local. Por tanto, desarrollo endógeno es la capacidad para innovar a nivel local. Esta definición de desarrollo endógeno es compatible con lo que sucede en Tecali, pero es contraria a las acciones de CEMEX, donde las comunidades aledañas no son participes ni siquiera de decidir si la empresa se queda en su territorio.
La palabra desarrollo no se puede separar de palabras como crecimiento, maduración o evolución; en ese sentido, la palabra desarrollo tiene siempre un significado positivo. Esteva nos recuerda que para dos terceras partes de la gente en el mundo, esta aparente connotación positiva de la palabra desarrollo implica un recordatorio de todo aquello que no son. Para escapar de esta especie de condición indigna, deberán imitar a aquellos cuyos valores, historia y cultura no son, ni se asemejan a los propios. En Tecali, la comunidad ha decidido seguir su propio rumbo sin imitar otras regiones o países. A unos kilómetros de Tecali se localiza San Salvador Huixcoyotla, su central de abastos, una de las más grandes de Latinoamérica es el centro de la vida comercial de esta comunidad. Esta enorme central de abastos da trabajo a cientos de personas. Esta forma de comercio difiere por completo a la del mal llamado “primer mundo”. Esteva (1996) manifiesta al respecto de la palabra desarrollo que “Nadie se da cuenta de que es un adjetivo comparativo”. Este adjetivo priva a la gran mayoría de las culturas de la oportunidad de definir por ellas mismas su vida social. La gente que labora en la central de abastos de Huixcoyotla y los comerciantes de la misma central, están sumidos en procesos económicos que se conforman en un gran clúster comercial que responde a las necesidades alimentarias de gran parte del país y el estado, pero de la cual se desprenden contradicciones que llevan a tratar de analizar qué tan eficiente como estrategia es este tipo de comercio frente al comercio neoliberal en grandes centros comerciales; después de todo, es esta central la que abástese y proporciona alimento a la mayoría de la población.


Se han desprendido diferentes definiciones, adjetivos y categorías del desarrollo, desde desarrollo internacional, desarrollo humano, desarrollo social, desarrollo económico. Los expertos de la UNESCO han promovido el concepto de “desarrollo endógeno”, consideran que se debe rechazar la tendencia a imitar a otras sociedades, por lo que imponer un modelo único de desarrollo en todo el mundo es un error. El museo del agua en Tehuacan es un ejemplo de una estrategia que busca enseñar a las comunidades del Valle de Tehuacan a planificar el uso del agua, escasa en esta región. El museo se ha dedicado a producir y promocionar innovaciones con las que se trata de favorecer a las comunidades, sin embargo se enfrenta a las estructuras culturales locales que no están siempre dispuestas a aceptar los cambios. Si bien la comunidad debe recuperar su derecho a determinar y a definir su propia noción de necesidades y a establecer las estrategias más convenientes para enfrentarlas, no siempre parece ser lo más viable permitirle una completa independencia que no favorezca la adaptación a los cambios y recomendaciones ofrecidos por el Estado o las ONGs, es aquí cuando se trastoca una realidad, la imposibilidad de determinar de manera clara hasta donde es correcto intervenir en el desarrollo de una comunidad sin imponer soluciones que no se corresponden con su cultura y en donde se le debe permitir solucionar sus problemas con sus propios recursos, sin ignoran sus problemáticas.

Conclusiones

Cuando se trata de analizar las nociones de desarrollo e innovación para tratar de entender los fenómenos ligados a dichas nociones, invariablemente nos topamos con una serie de contradicciones que permiten observar la forma en que estos argumentos pueden actuar como procesos ideológicos encaminados a establecer ciertos poderes e intereses en alguna región. Sin embargo y a pesar de dichas contradicciones, aun es posible identificar acciones que favorecen el desarrollo de las comunidades y que se constituyen en soluciones “desde adentro”. A lo largo de este pequeño recorrido de la presa de Valsequillo al Museo del Agua de Tehuacán se pueden observar la forma en que las innovaciones, las estrategias y la categoría de desarrollo se establecen como soluciones a problemas regionales. Sin duda las acciones mas exitosas son aquellas que se manifiestan en lo “endógeno”, sin embargo no es factible esperar que todas las respuestas se encuentren a este nivel sin considerar las ventajas que ofrece la estrategia que se origina desde “arriba”.